Los compositores rusos usaron melodías que cantaba la gente normal para darle un aire popular a su música. Una de ellas fue utilizada por tres famosos músicos: en la escena de la Coronación de la ópera Boris Godunov de Mussorski, en uno de los cuartetos de Beethoven llamados Rasumovsky (en honor a un diplomático ruso al que se los dedicó) y en la Primera Sinfonía de Tchaikovsky en su primer movimiento.