El compositor Olivier Messiaen estaba en un campo de concentración nazi cuando creó y estrenó el Cuarteto para el final de los tiempos, que escribió para los músicos que había en él: un violinista, un clarinetista, un cellista y para él mismo al piano. Inspirado por un fragmento bíblico del Apocalipsis (en el que un ángel alza su mano y espeta que "no existirá más el tiempo"), Messiaen dijo que los cinco mil prisioneros del campo entendieron desde la primera hasta la última nota de su música. Creo que por desgracia no es necesario explicar por qué. Aquí puedes oír el séptimo movimiento en una suerte de performance en dos partes (primera y segunda) muy, pero que muy interesante. El cuadro es de Francis Bacon.