El popular neurólogo Oliver Sacks atribuye la fuente de las visiones que desde niña tuviera la compositora Hildegarda von Bingen a las migrañas (dolores de cabeza precedidos de aura o alteraciones visuales con luces que hacen ondas, una gracia para quien las padece). La monja y mística del siglo XII pensaba que venían de Dios, algo que también creyó el Papa, que le encomendó redactar y pintar el contenido de sus visiones, a menudo acompañadas de música. En este enlace podrás escuchar su bello gregoriano al tiempo que ver sus miniaturas. Se estrena dentro de poco una película sobre su vida Visión (el tráiler está en alemán pero con subtítulos en inglés).