Gluck fue afortunado, ya que fue el profesor de música de la mismísima María Antonieta (dieciochesca reina de Francia decapitada por la Revolución Francesa) quien adoraba su hermosa música. El mito de Orfeo, arrancado de la oralidad por Ovidio en sus "Metamorfosis",tuvo enseguida una réplica durante el período clásico en el Orfeo y Eurídice del profesor de la reina. Aquí tienes el momento en que Orfeo, quien ha llegado al mundo subterráneo donde habitan las almas a rescatar a su amada con el poder de su lira, la pierde por segunda vez. Cantado por la soprano María Callas, se pregunta a sí mismo "¿Qué haré sin Eurídice?" Un lamento conmovedor a la vez que un canto al amor, bajo cuyo hechizo podemos hacer lo imposible: traspasar la línea entre lo humano y lo divino. En el enlace primero tienes una escena de la película de Sofía Coppola en la que las damas de la corte beben champagne y juegan a las cartas al ritmo de la música del siglo XX. Así la directora convierte a la adolescente reina en una niñata contemporánea. Por último, te propongo que escuches este concierto cuyo título reza "Los favoritos de María Antonieta".