Para que los niños se duerman los músicos han creado nanas (Berceuse, Lullaby). Como se trata de música con una función muy concreta, la de acunar el sueño, sus características también lo son: tempos lentos, poca instrumentación, forma simple (estrófica), dinámica en piano... Existe una preciosa canción de cuna anónima de 1700 basada en una canción antigua, Mareta nom places plorar. Son muy bonitas también las de Chopin (Berceuse, op. 57), la de Falla de las Canciones populares españolas y las de Mompou (la sexta de sus Impresiones Íntimas: Cuna). De paso que conocemos dos de las de Fauré, oiremos a tres grandes violinistas (ya clásicos) en los vídeos cómo la interpretan Se cuenta también que las Variaciones Goldberg fueron encargadas a Bach por un conde que sufría de insomnio...
